Como todos los dispositivos y servicios de Apple, Apple Intelligence garantiza nuestra privacidad. Es así por diseño. La compañía nos ofrece una forma de disfrutar de todas las ventajas de una IA completa sin que tengamos que renunciar en ningún momento al control de nuestros datos. Y eso se nota especialmente en la forma en la que se ha diseñado el sistema. Hablemos de todo ello.
En resumidas cuentas, Apple Intelligence siempre intenta resolver todo directamente en nuestro iPhone, iPad o Mac, sin necesidad de enviar ningún dato fuera. Esto garantiza directamente la máxima privacidad pues los datos nunca dejan nuestros dispositivos. Solo cuando realizamos peticiones más complejas, que requieren una mayor capacidad de computación, se recurre a una tecnología que Apple ha bautizado como computación privada en la nube. Y lo cierto es que el nombre no podría ser más acertado.
Una nube privada, segura y diseñada para nuestra tranquilidad
La computación privada en la nube es una evolución muy interesante dentro del enfoque tradicional a la seguridad de Apple. En lugar de enviar nuestras peticiones a servidores externos que no sabemos cómo funcionan —como hacen otros servicios—, Apple ha equipado sus propios servidores con chips propios para procesar únicamente los datos necesarios y después eliminarlos por completo y sin posibilidad de recuperación.
Entrando en detalles un poco más técnicos, estos servidores funcionan con sistemas operativos siempre verificados por Apple, con arranque seguro, y están protegidos por el Secure Enclave, que protege las claves de cifrado de forma muy parecida a como lo hace el Secure Enclave de nuestro propio Mac, iPad o iPhone. Con esta nube, cuando una petición se envía a procesar, Apple no guarda la información, no accede a ella y no la utiliza para ningún otro fin que no sea procesar la solicitud y luego eliminarla inmediatamente.
Las garantías van más allá. Nuestro dispositivo verifica la identidad y configuración del servidor antes de enviar nada, gracias a un sistema de atestación que garantiza que todo está en orden. Para verificar todo ello, Apple ha abierto la puerta a los investigadores independientes en seguridad y privacidad. Estos pueden inspeccionar el código que se ejecuta en los servidores de Apple para comprobar que no hay sorpresas, ni puertas traseras, ni registros ocultos.
Gracias a este enfoque, Apple ha conseguido algo que parecía imposible: ofrecer una IA muy potente que no se dedique a recopilar nuestros datos personales. Algo que parece slo posible en la filosofía de la compañía y que otras empresas podrían plantearse implementar a la hora de proteger la información que circula por sus servidores.
Una inteligencia artificial pensada para nosotros
Todo lo que acabamos de ver confirma algo que ya sabíamos: Apple diseña sus tecnologías pensando en cómo las vamos a usar en el día a día, no en extraer datos ni en monetizarlos. Ya estemos usando Apple Intelligence para repasar, reescribir o resumir textos o a través de las Writing Tools, la inteligencia de Apples es potente, útil y, sobre todo, privada. Y eso marca una gran diferencia con respecto a otras propuestas que encontramos en el mercado y en la viabilidad para usarla en nuestros dispositivos de la empresa.
A medida que Apple Intelligence vaya ampliando sus funciones y alcance, saber que lo hace respetando nuestra privacidad nos da una tranquilidad que ninguna otra IA puede ofrecer. Y eso, en el mundo actual, no tiene precio.
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