Cuando enviamos un correo electrónico, tenemos varios campos que siempre están ahí. Tenemos el destinatario, el cual recibe el mensaje, el remitente, quien lo envía, los cc o cco que se encuentran en copia o copia oculta del email, etc. También existe el Responder a, un espacio particularmente interesante que puede ser de gran ayuda en diversas situaciones.
Cuando no queremos recibir la respuesta al mensaje que enviamos
El campo responder a permite, como su nombre lo sugiere, definir la dirección de correo electrónico a la que se enviará la respuesta cuando los receptores hagan clic en responder. Es verdad que en la mayoría de las ocasiones querríamos que la respuesta llegue a la misma dirección desde la que se envió el email, pero no siempre es así.
En el mundo empresarial, con muchas direcciones usadas solo para enviar correo —o incluso utilizando la función Ocultar mi correo—, el campo de responder a es bastante usado. Uno que no está visible en la app Mail a primera vista, pero que podemos mostrar fácilmente. Su utilidad es clara. Por ejemplo si mandamos un anuncio al equipo de marketing en nombre del responsable de un proyecto. Aquí es más que posible que queramos que sea dicho responsable el que reciba el feedback necesario.
La opción, eso sí hay que tenerlo presente, solo está disponible en la app Mail para Mac. Ni en el iPhone ni en el iPad, donde lo habitual es una respuesta rápida o un envío puntual, no un mensaje elaborado que pueda requerir esta opción, está disponible todavía. ¿Cómo usarla en el Mac? Tan simple como así:
- Abrimos la app Mail en nuestro Mac.
- Tocamos el botón de nuevo correo en forma de un lápiz sobre un cuadrado.
- Tocamos el botón en forma de tres líneas junto al de enviar.
- Tocamos Campo de dirección «Responder a»
Veremos que automáticamente aparece el nuevo campo junto al resto de los habituales. Ya solo nos queda escribir allí la dirección que deseemos, mejor solo una, para que, cuando los destinatarios toquen Responder, esa sea la que se apunte en el campo Para. Un recurso que, si bien no es habitual, es tremendamente útil en la gestión del correo electrónico. Una forma de enviar, pero no recibir, por decirlo de alguna manera, que puede encajar muy bien en más de un envío.
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Imagen | Leon Rojas
