El Dock de nuestro Mac es el centro neurálgico para nuestras aplicaciones más utilizadas y, por ello, cualquier optimización que podamos hacer tienen un efecto muy importante en cómo utilizamos nuestro ordenador. ¿Estamos realmente sacando todo el partido que el Dock nos ofrece? Hablemos de las opciones de personalización que tenemos a nuestra disposición. 
Personalizar la ubicación y el tamaño del Dock
De forma predeterminada, el Dock se sitúa en la parte inferior de nuestra pantalla, pero el Mac nos permite situarlo también a la izquierda o a la derecha del escritorio. Una simple elección que puede marcar una gran diferencia en cómo interactuamos con nuestras aplicaciones, especialmente si trabajamos con más de un monitor.
Ajustar el tamaño del Dock es tan simple como llevar el cursor a la línea de separación hasta que aparezca una flecha doble. Luego un simple clic y arrastre hacia arriba o hacia abajo nos permitirá aumentar o reducir su tamaño. Si preferimos queremos ver aún más opciones, podemos hacer clic secundario en el separador para acceder a las otras acciones rápidas del menú.
Cómo añadir y organizar aplicaciones en el Dock
Para añadir una nueva aplicación al Dock, simplemente arrastramos el icono de la misma desde el Finder o Launchpad y lo soltamos en la posición que deseemos a la izquierda de la línea que separa las aplicaciones fijas de las recientemente usadas. Este método también nos permite fijar archivos y carpetas, que podemos añadir, en este caso, al lado derecho del Dock. Cuando arrastramos una carpeta al Dock, podemos elegir verla como una pila. Esto nos permite acceder rápidamente a los documentos recientes
¿Necesitas reorganizar los elementos? Arrastremos cualquier icono a una nueva posición dentro del Dock para ajustar el espacio de trabajo a nuestras necesidades. Y si alguna vez eliminamos un ítem sin quererlo, dado que el ítem original permanece intacto en nuestro Mac, podemos volver a añadirlo fácilmente. Podemos arrastrar la app o bien abrirla para que su icono aparezca en el Dock y seleccionar Mantener en el Dock desde el menú, al hacerle clic secundario sobre él.
Qué más hacemos en el Dock
Si deseamos abrir una aplicación, un clic en su icono será suficiente. Para más opciones, como forzar la salida de una app que no responde, podemos hacer clic secundario en el icono y luego seleccionar Forzar salida.
Igual que podemos minimizar ventanas en el icono del Dock, otra función interesante es la posibilidad de abrir un elemento directamente en el Finder manteniendo presionada la tecla Comando al hacer clic u ocultar las demás usando el menú de acciones de la app.
El Dock no es solo una barra donde se alojan aplicaciones, es un punto de referencia que, configurado correctamente, nos permite sacar el máximo partido a nuestro Mac. Con estos ajustes y recursos, estamos listos para transformar nuestro Dock en algo todavía más práctico y adaptado a nuestras necesidades.
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