Un punto clave de la seguridad del contenido de nuestro ordenador, además de mejorar la seguridad usando el Firewall del sistema, es asegurarnos de que nadie tiene acceso al mismo mientras nosotros estamos ausentes. Esto es algo fácil de conseguir para un ordenador personal que solo utilizamos en casa, pero para el Mac de nuestra oficina el asunto es diferente. Afortunadamente, tenemos un recurso realmente útil, veámoslo.
Una contraseña para asegurarse de que somos nosotros
La idea tras la solicitud de contraseña para salir del reposo o del salvapantallas es verificar que somos nosotros mismos los que volvemos a nuestro Mac tras ausentarnos. En el momento en que dejamos de utilizar nuestro Mac empieza automáticamente una cuenta atrás que, llegado el momento, activa el salvapantallas o pone el ordenador en reposo. Con la contraseña para salir del reposo o salvapantallas activada, el ordenador permanecerá bloqueado hasta que se teclee nuestro acceso.
Con este mecanismo conseguimos que, si nos ausentamos de nuestro puesto durante un tiempo prolongado, nadie tenga acceso a ver qué estábamos haciendo ni a ningún recurso del ordenador. ¿Interesante? Pues depende mucho de la ubicación del ordenador, de su función y de las responsabilidades de quien ocupa el puesto. Si se trata del ordenador que gestiona la red de la oficina, donde solo algunos técnicos tienen acceso, primordial, si hablamos del ordenador junto a la impresora, probablemente no.
Configurar el sistema para que solicite una contraseña tras cierto tiempo de inactividad es de lo más sencillo. Los pasos exactos son los siguientes:
- En el menú Apple () elegimos Preferencias del Sistema.
- Entramos en Seguridad y privacidad.
- Tocamos el candadito de la parte inferior izquierda.
- Introducimos la contraseña de nuestro Mac o utilizamos Touch ID para desbloquear el panel.
- Activamos la opción Solicitar contraseña X minutos tras iniciarse el reposo o el salvapantallas.
- Elegimos el intervalo de tiempo que queremos dejar pasar.
Es importante que tengamos en cuenta el equilibrio entre seguridad y comodidad. Un periodo de tiempo más largo nos permitirá simplemente mover el ratón si el salvapantallas se ha activado mientras leíamos algunos papeles, mientras, un período de tiempo más corto dificultará que alguien no autorizado acceda al contenido. En este sentido, dependiendo de la importancia de la máquina dentro de la oficina recomendaríamos entre inmediatamente y cinco minutos.
Este sistema no ofrece el mismo nivel de protección que un cierre de sesión automatizado (enlace a otro artículo de esta semana), pero sí es mucho más cómodo y al mismo tiempo suficientemente seguro para la mayoría de ordenadores. Al final, la seguridad de nuestros datos debe tener en cuenta el factor humano, medidas tan sencillas de configurar y utilizar como estas aumentan la seguridad de nuestros datos y de los de nuestros clientes con un solo clic.
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Imagen | Gabriela Gonzalez
