¿Cuántas carpetas abrimos diariamente en el Finder de nuestro Mac? Muchas, muchísimas, pero seguramente solo algunas de ellas ocupan el mayor porcentaje. Todos tenemos carpetas de acceso mucho más regular y hay un pequeño y divertido recurso para facilitar el acceso.
Podemos modificar el icono de las carpetas. Un simple cambio de color o un icono descriptivo de su contenido es una forma de hacer que cualquier carpeta salte a la vista rápidamente. Un recurso más útil de lo que podríamos pensar, especialmente en ordenadores compartidos, que podemos llevar a cabo muy fácilmente en nuestro Mac.
Cómo cambiar el icono de las carpetas de nuestro Mac
Para cambiar el icono de una carpeta en nuestro Mac, lo primero es localizar la imagen que vamos a querer usar para sustituir a la actual. Una vez la tengamos, los pasos a seguir son tan simples como los siguientes:
- Abrimos la imagen deseada con la aplicación Vista Previa.
- Utilizamos Comando (⌘) + A para seleccionar la imagen completa.
- Copiamos la imagen al portapapeles con Comando (⌘) + C.
- Cerramos Vista Previa y localizamos la carpeta a personalizar.
- Abrimos el panel de información con Comando (⌘) + i.
- Hacemos clic en el icono actual de la carpeta, que se iluminará con un brillo azul.
- Pegamos nuestra imagen seleccionada con Comando (⌘) + V.
- Cerramos la ventana de información.
Con estos sencillos pasos, el icono se actualizará instantáneamente para reflejar nuestra imagen elegida. Por supuesto, podemos necesitar volver a dejar la carpeta tal como estaba originalmente. Es tan fácil como seguir esos pasos:
- Seleccionamos la carpeta cuyo icono queremos restaurar.
- Abrimos el panel de información con Comando (⌘) + i.
- Hacemos clic en el icono personalizado, que se iluminará con un brillo azul.
- Presionamos la tecla Borrar para eliminar el icono personalizado.
- Cerramos la ventana de información.
¿Un detalle menor? Puede ser, depende de cómo se mire. En nuestro propio ordenador, especialmente si tenemos delante una larga lista de carpetas, hacer que una destaque —y no solo por el nombre o la etiqueta— es interesante. En un ordenador compartido, por ejemplo el de la sala de impresión, tener tres o cuatro iconos que muestren claramente el contenido de las carpetas puede ser realmente útil.
En todo caso, nuestro Mac nos ofrece las opciones necesarias para que cada carpeta tenga el potencial de ser única. Una idea que, bien ejecutada, puede facilitarnos mucho el acceso a nuestras carpetas más habituales y a toda la información que contienen.
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