Si algo va en aumento exponencial hoy en día en la empresa, es el uso de servicios y aplicaciones. Con tareas cada vez más especializadas, es habitual que tengamos que recurrir a varias cuentas para ciertas actividades. En Safari, podemos registrarnos e iniciar sesión en ellas normalmente, pero si queremos ser más productivos con nuestro tiempo y además cuidar de nuestra privacidad, lo mejor es usar Iniciar sesión con Apple.
Crear una cuenta nueva rápidamente y de forma segura
Cuando abrimos una app o accedemos a un sitio web por primera vez, lo habitual es que encontremos el formulario de registro, verificaciones de correo y, por supuesto, la creación de contraseñas. Un proceso excesivamente largo y lleno de pequeños pasos innecesarios que ya forma parte del pasado si usamos nuestra cuenta de Apple.
Ahora, al ver el botón de “Iniciar sesión con Apple” —algo cada vez más habitual en multitud de servicios— podemos simplemente pulsarlo y listo. Nuestra cuenta se crea automáticamente, sin necesidad de rellenar más información, y podemos empezar a usar la app o el sitio web al instante.
Si preferimos no usar nuestro nombre real completo, o solo una variación del mismo, podemos escribir el que deseemos desde el mismo flujo de creación de la cuenta. Lo mismo ocurre con el correo electrónico: aunque siempre podemos elegir la propia, de forma predeterminada el sistema nos ofrece «Ocultar mi correo electrónico», lo que crea una dirección dedicada que nos hará llegar el correo del servicio a nuestra cuenta principal sin exponer esta misma a spam o mensajes no deseados.
Iniciar sesión en todas nuestras apps desde cualquier dispositivo Apple
Una vez creada la cuenta con Apple, iniciar sesión de nuevo es igual de fácil. En el Mac, por ejemplo, basta con que pulsemos de nuevo el botón de “Iniciar sesión con Apple” y que nos autentiquemos con Touch ID. Lo mismo ocurre en nuestro iPhone, iPad, Apple Watch o Apple TV: el sistema detecta que ya hemos creado una cuenta con Apple en esa app o sitio web y nos deja entrar con un solo clic.
En caso de que queramos hacer cambios, como dejar de reenviar correos desde una app o dejar de utilizar una cuenta, Apple también nos da el control —y sin tener que navegar por los laberínticos menús del servicio para poder eliminar una cuenta—. Desde el Mac, podemos ir a los Ajustes del Sistema, tocar en nuestro nombre y entrar en la sección Iniciar sesión con Apple. Ahí veremos una lista de todas las apps y sitios web en los que hemos usado esta opción.
Podemos pulsar sobre cualquiera de ellos y ajustar si queremos seguir recibiendo correos o incluso eliminar la cuenta por completo. Si elegimos esta última opción, tengamos en cuenta que la próxima vez que queramos usar esa app o servicio tendremos que crear una nueva cuenta.
Pensado especialmente para los entornos empresariales, recordemos que tenemos la opción de compartir nuestras cuentas creadas con «Iniciar sesión con Apple» con personas de confianza a través de la app Contraseñas. Una función a tener muy en cuenta cuando gestionamos servicios compartidos o queremos que alguien de nuestro equipo pueda acceder con facilidad.
Como tantas otras funciones en el ecosistema Apple, esta se adapta a nuestras necesidades de forma tan eficaz que prácticamente desaparece en el sistema. Una herramienta que transforma una tarea tan común —registrarse o iniciar sesión en una app o servicio— en un gesto casi invisible, rápido y, sobre todo, seguro.
En iDoo_tech | Cómo y cuándo usar la navegación privada de Safari para aumentar nuestra seguridad en la red
