Gracias a iOS 15, iPadOS 15 y macOS Monterey podemos traducir cualquier texto del sistema simplemente seleccionándolo. Un recurso muy útil que nos permite agilizar las traducciones y ganar productividad cuando trabajamos con textos en diferentes idiomas.
Una traducción rápida y fiable
En un mundo tan global y conectado como el actual, es cada vez más común que, tanto a nivel personal como dentro de la empresa, tengamos que manejar varios idiomas. Afortunadamente, Apple nos pone muy fácil traducir entre idiomas en nuestro iPhone, iPad o Mac. Una traducción fiable, rápida y que podemos utilizar en cualquier texto que podamos seleccionar. En el iPhone o el iPad pasos a seguir son los siguientes:
- Seleccionamos el texto que queremos traducir.
- En la barra de opciones, junto a Copiar o Pegar, seleccionamos Traducir.
En el Mac los pasos son prácticamente los mismos. Exactamente, los siguientes:
- Seleccionamos el texto que queremos traducir.
- Hacemos clic secundario sobre el texto seleccionado.
- Tocamos en Traducir [texto].
Nada más. En ambos casos veremos aparecer la traducción directamente en pantalla, junto a varias opciones para agilizar la gestión del resultado. El botón en forma de triangulito del final de la traducción nos permite hacer que nuestro iPhone, iPad o Mac la lea en voz alta.
Un poco más abajo, la opción de Copiar traducción nos permite copiar la traducción entera al portapapeles, mientras que Cambiar idioma nos permite seleccionar a qué idioma queremos traducir el texto seleccionado. El botón Añadir a favoritos guardará la traducción en la app Traducir y Abrir en Traducir abrirá el resultado directamente en la app, donde podremos leerlo a un tamaño algo más grande.
El poder traducir cualquier texto que encontremos en el sistema a 11 idiomas con solo un clic o un toque es, sin duda alguna, una verdadera maravilla en cuanto a productividad. En la empresa, donde cada vez tenemos que traducir más y más textos, varios segundos menos en cada traducción realmente marcan una diferencia, y eso sin contar con la facilidad de saber que podemos «hablar» cualquier lengua en solo dos toques.
Imagen | Amador Loureiro