MacBook Pro 16″ tras una semana de uso: el Mac más profesional

Así podemos hacer llamadas desde nuestro Mac de forma fácil

Ya están aquí. Los nuevos MacBook Pro de 14 y 16 pulgadas con procesadores M1 están llegando a manos de los clientes. Unos ordenadores que en su misma presentación dejaron claro como Apple apuesta por el sector profesional en varios frentes y que, vistos en persona, son aún más impresionantes.

Un Mac centrado en el sector profesional, y desde varios frentes

Los nuevos MacBook Pro de 14 y 16 pulgadas muestran, en varios gestos, cambios y funcionalidades, su vocación de dirigirse al público más profesional. Tras algo más de una semana con ellos he de decir que desde la impresionante potencia, hasta la gran autonomía, pasando por el nuevo teclado o el añadido de más puertos, este es un Mac realmente versátil y muy capaz.

Lo primero que me saltó a la vista tras sacar el Mac de la caja es el diseño exterior. Se trata de un diseño mucho más industrial. Fino, pero consciente de que tiene que estar acorde a la potencia que estos Mac pueden dar. Algo más gruesos y muy ligeramente más grandes, estos Mac, se ven potentes desde fuera y lo son por dentro, como descubrí rápidamente.

Nada más abrir la tapa, el centro de nuestra atención se sitúa en la pantalla. Esta es la primera pantalla con tecnología mini-LED que llega al Mac. Gracias a su retroiluminación por zonas, esta pantalla cuenta con un contraste de 1.000.000:1, lo que significa que vemos negros puros e imágenes mucho más nítidas. Y todo en un brillo normal de 1.000 nits con picos de brillo, durante reproducción de contenido HDR, que alcanzan los 1.600 nits. Es algo que vemos en el mismo logo de Apple al abrir la tapa del Mac por primera vez, que apreciamos cuando reproducimos contenido HDR y que valoramos cuando hacemos edición de fotografía o vídeo.

La pantalla, de 16 pulgadas y más de 16:9 de relación de aspecto, llega hasta los mismos extremos físicos del ordenador. Con un marco de solo tres milímetros que se ensancha en la zona de las cámaras para configurar un notch que da cabida a una nueva cámara FaceTime a 1080p y a varios sensores de luz ambiental. Dicha cámara cuenta con un sistema de Vídeo Computacional, mediante el cual el ISP del SoC del M1 se ocupa del balance de blancos, enfoque y demás variables para que la calidad de la imagen sea máxima. La sensación, en todo momento, es la de llevar al límite lo que una pantalla es capaz de ofrecer.

Antes de hablar del interior, repasemos dos puntos más del aspecto externo de estos nuevos Mac. El primero de ellos está en el teclado. En lugar de la TouchBar, ahora encontramos teclas de función físicas en la parte superior del teclado. Una parte superior que, además, ahora es de color negro, algo que da mucha uniformidad a todo el conjunto. Si bien siempre he sido siempre un gran fan de la TouchBar, he de decir que agradezco el cambio. La sensación de presionar un botón físico siempre es, en mi opinión, más agradable.

El otro punto es la aparición de nuevos puertos, como un HDMI, un lector de tarjetas SD y el puerto de carga MagSafe. Con él podemos cargar nuestro Mac sin temor a que un tirón en el cable lo mueva de sitio. Un sistema que, además de retrotraernos a la revolución que representó este MagSafe hace varios años, es compatible con la carga rápida, por lo que media hora enchufado a la corriente carga la batería hasta el 50%. He de decir, sin embargo, que en algunas de mis pruebas la batería ha alcanzado el 50% en menos de 25 minutos.

Potencia y batería para afrontar cualquier reto

Internamente estos nuevos MacBook Pro de 14 y 16 pulgadas cuentan con chips M1 Pro o M1 Max, según lo elijamos en su configuración. En el primero de los casos podemos configurar entre 16 y 32 GB de memoria RAM, mientras que en el segundo podemos alcanzar los 64 GB. Memoria que ahora duplica su bus de comunicación con el SoC, lo que garantiza una transferencia ultrarápida de la información de entre 200 Gbps y 400 Gbps dependiendo del procesador y contribuye a un desempeño propio de un Mac Pro.

Los nuevos SoC cuentan con varias configuraciones de núcleos: 8 o 10 núcleos de CPU y entre 14 y 32 núcleos de GPU. Esto representa un aumento tremendo respecto a la gran potencia que ya hemos visto en los M1. Un SoC que cuenta con diversos componentes dedicados a la codificación de vídeo, a la criptografía y a otras tareas que ahora se realizan de la forma más eficiente en el componente oportuno, lo que libera a la CPU principal, que queda lista para todo lo que le solicitemos. Esto es algo que se nota mucho durante algunas pruebas. He estado, por ejemplo, convirtiendo varios archivos de vídeo a formato H.265 sin conseguir disparar los ventiladores ni un solo momento. Se nota también en la exportación de imágenes de Photoshop, mucho más rápida, o en el descomprimido de archivos ZIP firmados, como el de Xcode, que lleva algo menos de media hora.

Con esta eficiencia, la batería de los MacBook Pro de 16 pulgas alcanza las 21 horas de duración, mientras que el modelo de 14 pulgadas ofrece unas más que considerables 17 horas. A efectos prácticos, tras más de una semana con estos equipos, puedo afirmar que aguantan toda una jornada laboral sin que tengamos que acordarnos de un cargador. Todo un hito que se vuelve más y más sorprendente mientras nos hacemos conscientes de lo que le estamos exigiendo al ordenador y como este responde sin parpadear.

Personalmente recibí este Mac un martes hacia las 11 de la mañana. Tras todo el día de configuración, instalación, pruebas, tests de estrés y demás, sin dejar reposar a la máquina ni cinco minutos llegue a las 23:00 con un 54% de batería. Entre los tests debo destacar el montaje de un panorama de más de 27 fotografías de alta resolución en Affinity Photo, una tarea que mi anterior MacBook Pro Intel de 2016 necesitaba más de 10 minutos para realizar y que gracias al M1 Pro tardó solo 46 segundos. Una tarea intensiva que no tuvo el más mínimo impacto en la batería o en los ventiladores. Ventiladores, debo decir, de los que sé de su presencia por las especificaciones, pero que no he conseguido oír en ningún test.

Para ir terminando, debemos comentar el nuevo sistema de sonido de estos Mac. Sorprende. Sorprende desde el primer Chime que se escucha al levantar la tapa del ordenador. Estos Mac cuentan con una configuración de tres micrófonos de calidad estudio con beamforming y un sistema de seis altavoces que aporta una calidad de sonido sorprendente y sin ninguna distorsión, incluso a todo volumen. El sonido es mucho más profundo con mejores graves, y sin apenas hacer temblar al ordenador y todo gracias a los altavoces con cancelación de fuerza, un pequeño gran detalle para disfrutar de sonido de calidad y poder utilizar el ordenador cómodamente mientras esta suena.

Tal como hemos empezado diciendo, se trata de ordenadores centrados y orientados al mundo profesional. Ya necesitemos una gran potencia de cálculo para desarrollo o investigación, una gran autonomía, más puertos o una pantalla de gran calidad, los MacBook Pro de 14 y 16 pulgadas nos sorprenderán.

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