Llevamos ya un tiempo con los nuevos iPhone entre nosotros. Tras analizar en profundidad los nuevos iPhone 14 Pro, ahora, tras un mes de uso, es un buen momento para repasar nuestras primeras impresiones. Impresiones que ya fueron muy favorables en los primeros días y que ahora se centran en dos importantes elementos de estos iPhone: las cámaras y la Dynamic Island.
Dos elementos que están entre los mayores cambios en esta generación de iPhone y que realmente marcan una importante diferencia en el día a día con nuestro teléfono. Diferencias, eso sí, en aspectos bastante divergentes, pues se apoyan en el hardware y en el software para destacar y hacer de estos iPhone 14 Pro algo único.
El mejor exponente de la experiencia de Apple en combinar hardware y software
La experiencia de uso de un iPhone 14 Pro cambia bastante respecto a la generación anterior. Si bien el diseño se mantiene, hay varios aspectos novedosos a destacar. Más allá de la mayor velocidad de los chips —que por cierto se nota bastante en aplicaciones con gráficos pesados, como algunos juegos— estamos ante el hecho de que gracias a los A16 Bionic disfrutamos de una mayor autonomía.
Una autonomía que oscila entre una hora y dos horas extra de uso respecto a los iPhone 13 Pro y que realmente se agradece a la hora de pasar todo el día alejados del cargador. Una autonomía que no se ve afectada ni un ápice por la pantalla siempre encendida, otra de las novedades de este iPhone. Una novedad interesante, aunque contando con esa misma pantalla siempre encendida en el Apple Watch, quizá es más simple acudir a la muñeca para ciertas interacciones. Cuando no, un vistazo a nuestro teléfono y sabremos que tendremos toda la información a la vista, sin tener siquiera que tocarlo.
Podría parecer que no, podían parecer menores, pero los cambios en las cámaras me han impresionado mucho. Como alguien a quien le encanta la fotografía y el vídeo, especialmente viajando, he de decir que el nuevo modo de acción es una verdadera maravilla. Ni de lejos es necesario que lo activemos exclusivamente cuando estamos haciendo una toma corriendo por la montaña, algo tan simple como una pasada para ver el panorama en una plaza o andando por la calle, se beneficia enormemente de una estabilización que hasta ahora solo se conseguía con accesorios específicos.
Pero eso no es todo. La mayor resolución en las fotos, permite más niveles de zoom y eso es realmente interesante, pero lo mejor es la capacidad de recortar casi cualquier toma y mantener un tamaño más que aceptable. Un aspecto que sale aún más a relucir utilizando el ProRaw y los 48 MP y que nos permite encuadrar cualquier foto según necesitemos sin sacrificar calidad.
En la parte frontal también hay grandes cambios. Sí, la pantalla siempre encendida es de lo más útil, pero, para mí, el cambio de paradigma llega con la Dynamic Island. No estamos hablando de un nuevo diseño de notch, eso es lo de menos, estamos hablando de utilizar de forma dinámica ese espacio antes perdido y transformar el uso que hacemos de nuestro iPhone con ello.
Poder ver las tareas en segundo plano, ya sea la reproducción de un podcast, un temporizador que tenemos en marcha o una llamada en curso, desde cualquier parte del sistema es realmente cómodo. Se reduce enormemente la fricción de tener que acudir al Control Center, que solo nos da acceso a la reproducción, o directamente tener que cambiar de aplicación para interactuar con esas tareas.
La genialidad con la que Apple ha resuelto esto a través de la isla dinámica es algo que, hoy, tras algo más de un mes usando el iPhone 14 Pro me sigue sorprendiendo. Más, si tenemos en cuenta que cada día nuevas aplicaciones encuentran formas de hacer esta peculiar área de nuestra pantalla todavía más útil. Útil para ver el desarrollo de un partido o para consultar el resultado de unas elecciones en tiempo real.
Más allá de estos dos grandes frentes, este nuevo iPhone está lleno de pequeños detalles. Los picos de brillo de la pantalla hacen que utilizarlo a pleno sol sea de lo más cómodo, pudiendo leer tranquilamente el texto en pantalla sin perder ningún detalle. Mientras que se nota, claramente, que la precisión del GPS aumenta considerablemente en casi cualquier circunstancia. La localización es más rápida donde antes había precisión y es más precisa donde antes se nos señalaba una zona sin poder ubicar exactamente nuestra posición.
Con todo estamos ante una generación de iPhone que marca un antes y un después. Ya vimos algo similar en el diseño de los iPhone X, algo más relacionado con el software, pero. Ahora, con el iPhone 14 Pro, Apple saca a relucir su mayor fortaleza, integrar el hardware y el software para llegar mucho más allá de lo que se podría por separado.
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