iPhone 14 Pro, análisis: la perfecta intersección de hardware y software

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«La intersección entre hardware y software». Hemos oído esta frase muchas veces cuando hablamos de Apple, pues la compañía de Cupertino se especializa en dar respuesta a sus objetivos justo a través de ambas aproximaciones. Se especializa en difuminar la frontera entre ambos y en ofrecernos experiencias de uso que van mucho más allá de lo que podrían proporcionar las dos vertientes por separado.

En los iPhone 14 Pro esto es más cierto que nunca. Desde el diseño del mismo dispositivo hasta el chip necesario para que las animaciones de la isla dinámica sean suaves, la mayor innovación se produce justo donde el software y el hardware cruzan su camino. La genial isla dinámica en estos modelos es, seguramente, el mayor exponente de esta genialidad de la que Apple hace gala regularmente, pero no es la única.

Con los iPhone 14 Pro Apple llega para mostrarnos todo lo que puede alcanzar la tecnología cuando se trata de dar las mejores respuestas posibles aproximándonos a ellas de forma global. Y de aquí salen unos teléfonos destinados a marcar las reglas de juego para, como mínimo, cinco años. Esto es, como siempre, solo el principio.

Elegancia en todos los aspectos y estética en todas las decisiones

El diseño del iPhone ya es todo un icono, pero uno en continua evolución. En los iPhone 14 Pro Apple acaba de perfeccionar un poco más un factor de forma que conocemos desde los iPhone 12. Se nota en pequeños detalles, como que el marco metálico tenga un tacto más suave, menos resbaladizo y mucho más resistente a las huellas que el de la generación anterior.

En la parte trasera encontramos un nuevo módulo de cámaras, ligeramente más grande que el de los iPhone 13 Pro. Un módulo que ahora da cabida a lentes con más elementos y, sobre todo, a sensores más grandes. De los sensores ya hablaremos en unos párrafos, pero lo que, a simple vista, transmite la configuración trasera de este iPhone es que es el teléfono de elección para los amantes de la fotografía.

En el frontal los cambios también son notables. Por una parte estamos ante una pantalla que nunca se apaga, por la otra notamos enseguida la nueva Dynamic Island, la evolución del Notch. Una nueva seña de identidad para el iPhone que, en un arrebato de pura genialidad, convierte un espacio residual en un gran valor añadido, en una nueva forma de usar el iPhone, incluso.

Una pantalla que brilla en todos los aspectos

Pantalla siempre encendida en el iPhone 14 Pro.

De la pantalla de los nuevos iPhone 14 Pro hay que hablar en detalle. Estamos ante un panel LTPO que puede alcanzar tasas de refresco de entre 1 Hz hasta los 120 Hz. Además del ya conocido ProMotion, que adapta el refresco de la pantalla a la velocidad del contenido que se desplaza por ella, estas especificaciones permiten que disfrutemos de una pantalla siempre encendida.

Trabajando a un hertz la información en la pantalla se refresca cada minuto, lo que representa un consumo mínimo para el chip de control de la pantalla. Para nosotros representa tener la información siempre a la vista, siempre disponible, lista para que, de un solo vistazo, comprobemos si hay nuevas notificaciones o veamos la información de los widgets en la pantalla bloqueada que llegan con iOS 16.

Según las pruebas que he podido realizar, la pantalla siempre encendida puede consumir, dependiendo del uso que demos al teléfono, hasta un 10% de batería a lo largo del día. Un consumo mínimo que, gracias a la mayor eficiencia del chip A16 Bionic, hace que la autonomía de este iPhone 14 Pro, incluso con la pantalla siempre encendida, sea más de dos horas mayor que la de su antecesor.

Pantalla «apagada» a la izquierda y encendida a la derecha.

¿Y el consumo depende del uso del teléfono? Sí, porque esta pantalla siempre encendida también se apaga. Lo hace de forma inteligente en las situaciones donde el iPhone es consciente de que no aporta nada seguir mostrando la información. Son ocho las situaciones en las que esto ocurre:

  1. El iPhone está boca abajo en una mesa.
  2. El iPhone está en un bolsillo o bolsa.
  3. Activamos el estado Dormir.
  4. Activamos el modo de bajo consumo.
  5. El iPhone está conectado a CarPlay.
  6. Estamos usando Continuity Camera.
  7. Nos separamos del iPhone llevando un Apple Watch.
  8. No hemos usado el iPhone durante un tiempo.

A diferencia de otras marcas cuyos teléfonos dejan la pantalla completamente negra cuando está apagada, el iPhone, haciendo gala de su gran rendimiento por vatio, muestra gran parte del fondo de pantalla. Un toque que aporta una coherencia mucho mayor entre la estética de la pantalla encendida y «apagada».

Con un brillo reducido, pero con toda la información siempre disponible, la pantalla siempre encendida es algo que, realmente, llama la atención en esta generación del iPhone. Y es solo una pequeña parte de lo que la pantalla viene a ofrecernos. Inspirada directamente en el Apple Pro Display XDR, la pantalla de los iPhone 14 Pro es capaz de alcanzar los 2000 nits de brillo.

El iPhone 13 Pro (izquierda) y el iPhone 14 Pro (derecha) a pleno sol, donde se aprecia la diferencia en el brillo máximo de la pantalla.

Esto es exactamente el doble que la generación anterior y son grandes noticias para poder utilizar nuestro iPhone en condiciones de alta iluminación. A pleno solo la pantalla de estos teléfonos se ve con gran calidad, mientras que su cristal frontal, el ultra resistente Ceramic Shield, minimiza los reflejos.

Dynamic Island: una nueva forma de interactuar con nuestro iPhone

Varios ejemplos de notificaciones y avisos en la Dynamic Island.

Aunque de la Dynamic Island podríamos hablar en la sección sobre la pantalla, lo cierto es que se merece un espacio aparte. En múltiples ocasiones hemos oído, por ejemplo en entrevistas a sus directivos, que Apple pone su mayor interés en la intersección entre hardware y software. La Isla Dinámica es la prueba viviente de ello.

Los sensores y cámaras son algo que tiene que estar allí. La tecnología actual no permite ocultarlos bajo la pantalla sin comprometer enormemente la calidad, tanto de la pantalla de la zona, como la de las fotos y vídeos que una cámara sería capaz de producir. Esto sin perder de vista que el módulo frontal de cámaras incluye todo lo necesario para que Face ID funcione.

Partiendo de que este espacio, hoy por hoy, debe quedar reservado a estos sensores, Apple ha conseguido, magistralmente, convertir un espacio residual en una utilidad. En un símbolo, incluso. Mediante el software, Apple junta las dos aperturas que la pantalla tiene y coloca en el centro los indicadores de privacidad —ese puntito verde o naranja que indica el uso de la cámara o el micrófono—. En los laterales, esta isla se amplía y contrae dinámicamente para mostrarnos nuestras actividades en segundo plano.

Isla dinámica en el iPhone 14 Pro.

¿Estamos reproduciendo música? ¿Tenemos un temporizador en marcha? ¿Estamos esperando un Uber? Los indicadores de progreso y reproducción están presentes en la isla dinámica. Un simple toque nos lleva a la aplicación responsable de la actividad, mientras que una pulsación prolongada nos permite controlarla directamente sin dejar de ver lo que estamos haciendo.

Pero la isla dinámica va más allá. Pues es el hogar de notificaciones —llamémosles secundarias— como el nivel de carga de los AirPods, la activación del modo no molestar y muchas otras, incluyendo el uso de Face ID, que ahora tienen una ubicación clara dentro de la interfaz. Una ubicación lógica, que, sobre todo, no interfiere con la actividad que estemos llevando a cabo en el resto de la pantalla.

La belleza de las animaciones, de la maquetación de la información y de la forma de convertir un espacio vacío en algo dinámico y funcional es única. Tanto es así que Apple ha añadido un chip específico a los iPhone de este año que se ocupa del difuminado de las animaciones en tiempo real para lograr exactamente el efecto que transmite esta Dynamic Island: la de flotar encima del resto de la interfaz.

El diseño de la Dynamic Island en sí está llena de pequeños detalles. Desde la pequeña visualización de la carátula de la música que está en reproducción, hasta la animación del temporizador en curso o las ondas de sonido de la llamada, todo es elegante. Elegante, sí, pero sobre todo útil, pues ahora podemos tener un acceso rápido a lo que ocurre en segundo plano en nuestro iPhone mientras realizamos otras actividades.

Cámaras para todas las circunstancias y tomas

Cámaras del iPhone 14 Pro.

El segundo punto en el que los iPhone 14 Pro destacan sobre manera, después de la pantalla, es en las cámaras. Hay varios cambios en el hardware que nos permiten, a su vez, hacer mucho más gracias al software. La mayor evolución en las cámaras, además de que las diferentes lentes tienen ahora una apertura mayor y, por lo tanto, dejan pasar más luz y detalle, es el nuevo sensor de 48 MP de la cámara principal.

Un sensor que juega con una doble configuración que saca el mejor resultado posible en cada situación, en cada foto. Aumentar la resolución de un sensor no siempre es buena idea. ¿Por qué? Porque más pixeles implica que estos sean más pequeños, lo que significa que tendremos menos luz para cada uno de ellos, lo que se traduce en ruido y, en general, en fotos de peor calidad. Lo que ha hecho Apple aquí con el sensor principal de los iPhone 14 Pro, el gran angular, es aumentar tanto la cantidad de pixeles como el tamaño del sensor en sí.

En Cupertino han sabido encontrar un equilibrio entre cantidad de luz y resolución y han ido más allá gracias al sistema de pixel cuádruple. En pocas palabras lo podemos describir así: cuando la toma tiene la suficiente luz y estabilidad como para salir bien, el iPhone usa los 48 MP de su sensor. En el resto de casos —la mayoría, todo sea dicho— agrupa 4 pixeles para formar un super pixel que aporta tanto detalle como calidad a nuestras fotos y que va mucho más allá de una foto de 12 MP habitual.

Esta doble posibilidad permite la mayor resolución posible, pero también la mayor entrada de luz disponible, lo que, combinado con el nuevo Photonic Engine, se traduce en unas fotos excelentes. Este Photonic Engine es el nuevo motor de procesado de las imágenes. Uno que toma en cuenta las nuevas características del hardware de los iPhone 14 y que, unido a la potencia de cálculo de los A16 Bionic, ofrece grandes resultados en cualquier condición de iluminación.

Cuatro niveles de zoom óptico.

Es tal la calidad que pueden darnos las cámaras de estos teléfonos que se añade un nuevo nivel de zoom, el X2. Un nivel de zoom digital que, tirando de la información extra que los sensores pueden capturar, funciona igual que un zoom óptico. Un añadido que nos da más flexibilidad a la hora de capturar el encuadre que buscamos sin comprometer en lo más mínimo la calidad de la fotografía resultante.

Atmósfera de tormenta captada por el iPhone 14 Pro.

Y en una línea similar encontramos el Modo acción. Hasta ahora, si queríamos un vídeo de calidad, necesitábamos contar con algún accesorio de estabilización. Ya no. Los nuevos iPhone 14 pueden estabilizar prácticamente cualquier toma con solo pulsar un botón. Para ello tiran de la mayor resolución de las cámaras para capturar la toma dejando un importante margen alrededor de la misma.

En tiempo real combinan este margen con la información recogida por los nuevos giroscopios y acelerómetros de alta precisión para neutralizar el movimiento del iPhone y presentar un encuadre totalmente estable. Visto en acción este modo cambia por completo lo que podemos grabar con un iPhone y el resultado que conseguimos.

Más potencia, mejor rendimiento y menor consumo: la combinación ganadora

En el centro de todo el rendimiento, nuevas funciones y capacidades está el A16 Bionic, el corazón de los iPhone 14 Pro. Un chip fabricado con un nuevo proceso de TSMC de mayor densidad de microtransistores que, entre otros, ha permitido a Apple equilibrar todavía más el consumo energético para crear un A16 todavía más eficiente.

Una eficiencia que se manifiesta en las más de dos horas extra de batería frente a modelos anteriores. Una mejora muy sustancial en la autonomía, y más si tenemos en cuenta que en los iPhone 14 Pro disfrutamos de la nueva pantalla siempre encendida o los picos de brillo de 2000 nits que es capaz de ofrecer. Una eficiencia que no está exenta de potencia, pues el A16 cuenta con el doble de ancho de banda que el modelo anterior, lo que se traduce en una mejora muy significativa para la parte gráfica del sistema.

En mis pruebas, el iPhone 14 Pro llega al final del día con más de un 25% de batería tras 15 horas de uso normal. Cifras de lo más interesantes para asegurar que el teléfono puede seguirnos el ritmo en nuestro día a día más exigente. Y cifras que alcanza mientras lleva a cabo aún más procesos que nunca en segundo plano.

Uno de los más llamativos, uno que esperemos nunca tener que utilizar, es la detección de accidentes. Apple ha entrenado varios modelos de inteligencia artificial que utilizando información de los giroscopios, de los nuevos acelerómetros de alta precisión, de los altavoces e incluso del barómetro, pueden detectar si el vehículo en el que va el teléfono ha tenido un choque. De ser así, el iPhone trata de alertar a su propietario y, si no recibe respuesta, contacta directamente con los servicios de emergencia y comunica la situación y la ubicación.

Relacionado con la función anterior, estos nuevos iPhone 14 llegan con la posibilidad de conectar vía satélite en caso de emergencia. Una conexión que permite a un iPhone pedir ayuda aún estando sin ningún tipo de cobertura. Por ahora la conectividad vía satélite estará disponible solo en Estados Unidos y Canadá, aunque es de esperar que se extienda a otros países progresivamente.

El mejor iPhone hasta la fecha, y con mucha diferencia

Con todo, estamos ante una generación de iPhone muy interesante. Novedades como la pantalla siempre encendida, la nueva isla dinámica que nos permite gestionar las tareas en segundo plano con gran naturalidad o las impresionantes nuevas cámaras son cambios de gran calado.

Sí, a estas alturas estamos demasiado acostumbrados a dar la tecnología por sentado, pero la destreza que ha demostrado Apple a la hora de presentar nuevas características, tanto de software como de hardware, en un espacio tan pequeño como el de un iPhone 14 Pro es impresionante. Un teléfono que podemos disfrutar en muchas situaciones, entornos y que da respuesta a muchos frentes. El mejor iPhone hasta la fecha.

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