Es gracias a hacer una instalación desde cero o “limpia” del sistema operativo de nuestro Mac que podemos acabar con cualquier error. Igual que podemos instalar iOS 16 desde cero en nuestro iPhone, este es un recurso que podemos querer llevar a cabo de vez en cuando y que, además de los pasos concretos para llevarlo a cabo, requiere un elemento básico.
Hablamos de un instalador bootable, en este caso de macOS Ventura, que usaremos para instalar el sistema una vez hayamos borrado todo el contenido de nuestro Mac. Un instalador que toma la forma de una unidad externa y que podemos crear muy fácilmente.
La herramienta número uno al plantear una instalación desde cero
Antes de empezar a crear nuestro propio instalador necesitamos algunas cosillas. La primera es el almacenamiento externo que vamos a utilizar, que debe tener un mínimo de 16 GB de capacidad. Tengamos en cuenta que borraremos todo su contenido durante el proceso, por los que es importante que hagamos una copia de seguridad del mismo. El segundo elemento que necesitamos es un Mac que sea compatible con macOS Ventura. Por último, necesitamos descargar el instalador desde la Mac App Store.
A partir de aquí el proceso es bastante simple. Requiere pocos pasos, de hecho, aunque sí es verdad que el proceso en sí demora bastante tiempo. Un tiempo que también tiene mucho que ver con la velocidad del almacenamiento que estemos utilizando. Dicho esto, los pasos a seguir son los siguientes:
- Conectamos el almacenamiento al Mac.
- Desde el mismo escritorio, como si de cualquier carpeta se tratara, le cambiamos el nombre a algo evidente como «USB», preferiblemente sin espacios.
- Abrimos la app Terminal que podemos localizar a través de Spotlight.
- Copiamos y pegamos el código “
sudo /Applications/Install\ macOS\ Ventura.app/Contents/Resources/createinstallmedia --volume /Volumes/USB --nointeraction
“, sin las comillas, y pulsamos Intro. Fijémonos, eso sí, en que debemos modificar el código para reflejar el nombre que hemos elegido en el paso dos. En este caso usaremos el nombre USB.
Esta es la parte más larga del proceso, aunque es la más fácil también, pues todo lo que tenemos que hacer es esperar a que el Terminal complete el proceso. Hecho esto podemos expulsar el volumen como lo haríamos normalmente y, para terminar, podemos eliminar el instalador que encontraremos en la carpeta Aplicaciones.
Y con eso tenemos listo nuestro instalador bootable. Un instalador desde el que nuestro Mac es capaz de arrancar, lo que significa que el sistema puede correr desde nuestro almacenamiento externo. Gracias a ello podremos borrar por completo el almacenamiento interno, con lo que, después de instalar macOS, habremos conseguido una instalación totalmente desde cero.
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Imagen | Arun Prakash